El mundo se está abriendo de nuevo. El encierro total ya no es cosa del día a día. Pero somos conscientes de que, mientras no exista una vacuna para el COVID 19, la vida se activará o desactivará de acuerdo con la cantidad de contagios.
Todos tuvimos alcancía alguna vez. Una alcancía que, cuando llegaban visitas –familiares o amigos de los papás–, salía a ver si alguien quería hacerle un aporte.
Aunque solo veamos el costo y el plazo de pago, nada habla tanto de cómo consumimos en casa, como el recibo de la luz, ese testigo imparcial que nos demuestra cuándo hemos gastado de más y qué tan ahorradores somos.